No todos los problemas son iguales y, por tanto, no todas las soluciones van a ser iguales y habrá que tomar diferentes tipos de decisiones dependiendo de la situación en la que nos encontremos
La toma de decisiones es algo que va aparejado a la función de Dirección en la empresa.
Cuando algo no marcha bien o hay que mejorar procedimientos o formas actuales de trabajar los cuales están impidiendo un normal desarrollo de mi empresa, hay que ponerse en marcha y tomar decisiones. Y puede que nos equivoquemos y tengamos que rectificar, pero una cosa está clara: el que decide es el único que cabe la posibilidad de que se puede equivocar. Si uno no hace nada, difícilmente podrá equivocarse.
Como decía anteriormente, no todos los problemas son iguales, por lo que tendremos que encontrar soluciones distintas para cada problema. A veces se podría decir que ‘cada problema es un mundo’. En ocasiones, seremos capaces de encontrar soluciones claras, precisas y que ya habremos podido utilizar en alguna otra ocasiones. Pero otras nos costará más encontrar la solución por tratarse de un problema complejo, poco definido y ambiguo.
Dependiendo de los problemas a los que nos enfrentemos, podríamos clasificar las decisiones en tres: rutinaria, adaptativa e innovadora. Veamos un resumen de cada una de ellas:
– Decisión rutinaria: Es aquella que resuelve problemas estandarizados y bien conocidos. No tenemos que tratar el problema como nuevo cada vez que aparece, ya tenemos una rutina o un protocolo registrado y establecido para la resolución de este tipo de problemas. Ejemplos de este tipo de decisiones son los relativos a los pedidos de compra, la contabilidad, las devoluciones de nuestros clientes, etc.
– Decisión adaptativa: Es aquella decisión que busca soluciones que son variaciones de soluciones aplicadas anteriormente a otro problema anterior similar. En este caso, el problema que se nos presenta no lo conocemos por completo.
Las decisiones adaptativas son propias de los procesos de mejora continua en los que vamos haciendo pequeños y constantes cambios sobre la situación anterior y que vayan incorporando mejoras.
No todos los problemas son iguales y, por tanto, tendremos que encontrar soluciones distintas para cada problema
– Decisión innovadora: Es aquella decisión mal estructurada, única o novedosa, y no hay ningún método preestablecido para tratarla bien porque no ha surgido antes o porque el problema exige un tratamiento especial. En este tipo de decisiones no hay mucha información y requiere de soluciones creativas para la resolución del problema, rompiendo incluso moldes, conductas y estructuras del pasado.
Por ejemplo, lo normal es que en el día a día de la empresa se vayan tomando decisiones adaptativas para evitar alejar a la empresa de su trayectoria ya establecida. Ahora bien, si llegado un punto las decisiones adaptativas no son suficientes para atajar los problemas y la situación requiere cambios bruscos, cambios de políticas y reorganizaciones internas, habrá que empezar a tomar decisiones innovadores para afrontar este tipo de problemas.
Espero que este post te haya resultado útil.
Imagen por cortesía de FreeDigitalPhotos.net
Sólo tienes que indicarnos tu mejor email y tu nombre, y te enviaremos cada viernes todas nuestras novedades.
Importante: Recuerda confirmar tu suscripción a través del email que te enviaremos. De lo contrario, no recibirás nuestras novedades. Revisa tu carpeta de spam.
La finalidad de los datos de carácter personal que nos proporciones será para enviarte nuestra newsletter. No hacemos spam. Más información en nuestra Política de Privacidad
Comenta