El conjunto de la actividad empresarial tiene su repercusión en la riqueza de un país. Pero, ¿cómo se contabiliza la riqueza que genera la actividad empresarial?
La riqueza que genera la actividad empresarial puede contabilizarse a través del valor añadido. El valor añadido podemos definirlo de 2 formas distintas:
– El valor añadido es la diferencia entre precios de mercado y costes de producción; o
– El valor añadido es el valor adicional que adquieren los bienes y servicios al ser transformados durante el proceso productivo.
Efectivamente, la empresa, mediante el capital productivo y el trabajo añade valor a las materias primas y otros bienes semielaborados, transformándolos en bienes aptos para satisfacer necesidades de los consumidores o usuarios finales.
La suma del valor añadido por todas las empresas de un país durante un año de define Producto Nacional. Es decir, el Producto Nacional no es lo que se produce, sino el valor de lo que se produce. Para entenderlo mejor, el Producto Nacional es la suma del valor en el mercado de los bienes producidos, es decir, lo que el consumidor paga al comprar esos bienes y servicios.
Pero los consumidores no sólo compran bienes o servicios. Es decir, hablando en términos económicos, los consumidores no son sólo demandantes de bienes y servicios en el mercado de bienes. Los consumidores son también oferentes de factores productivos a las empresas en el mercado de factores: ofrecen trabajo a cambio de salario (a través del mercado de trabajo); ofrecen recursos financieros y reciben dividendos como accionistas (a través de los mercados financieros); ofrecen bienes inmuebles o terrenos a cambio de una renta, etc. Son los propietarios de los factores productivos los cuales ofrecen a las empresas.
Por su parte, las empresas a la vez ofrecen bienes y servicios y demandan factores productivos. De esta forma como vemos, la actividad empresarial no sólo se limita a producir los bienes y servicios necesarios, sino que además genera las rentas de los propietarios de los factores productivos (trabajadores, accionistas, propietarios de los inmuebles o de los terrenos donde la empresa ejerce su actividad, etc.).
Esta interrelación entre las empresas y los consumidores a través del mercado de bienes y servicios y del mercado de factores, dan lugar a un proceso continuo de intercambios tanto reales (factores productivos, bienes y servicios) como monetarios (rentas pagadas por las empresas a los consumidores y precio que los consumidores pagan a las empresas por sus bienes y servicios) que se conoce con el nombre de flujo circular de la renta.
Este flujo circular de la renta sirve a la economía de un país para responder a 3 preguntas básicas y fundamentales: QUÉ PRODUCIR, CÓMO PRODUCIR Y PARA QUIÉN PRODUCIR.
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