La semana pasada conocíamos la noticia de que el empleo había aumentado como consecuencia de la libertad de horarios comerciales implantadas en ciertas regiones.
Hace año y medio, el Gobierno de España realizó un cambio normativo para ampliar los horarios comerciales e impulsar la apertura total en las denominadas Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT). En la normativa se aumentó el número mínimo de festivos que podían abrir los locales de más de 300 metros cuadrados, ya que los comercios de menos superficie no tienen restricciones. Son las comunidades autónomas y ayuntamientos los que pueden decidir cuántos festivos abrir (puedes ver la Nota de Prensa del Ministerio de Economia y competitividad publicada el 2 de julio de 2012)
El debate a esta medida está en todo su esplendor. Algunos Ayuntamientos se oponen a ella ya que deja al comercio de proximidad en clara desventaja frente a establecimientos de más tamaño y grandes superficies.
Mientras escribo este post, una serie de ideas me llegan a bote pronto a la cabeza:
– El consumo está deprimido, y esta circunstancia la sufren tanto pequeños como grandes, si bien los comercios de proximidad no pueden competir en precio con los grandes, una de las variables que influye y mucho en la decisión de compra en estos tiempos de crisis.
– Si como consecuencia de esta ampliación de los horarios comerciales este consumo se deriva en su mayor parte a los establecimientos de mayor tamaño, ¿qué ventas va a tener el comercio de proximidad?
– Si el comercio de proximidad abre más horas y más días festivos según lo que esta normativa le permite, necesitará contratar más personal, o pagar más horas a sus actuales trabajadores en caso de que no pueda ampliar plantilla, y pagar más luz. Pero, si no vende, ¿cómo amplía la plantilla y compra más mercancía?
– ¿Qué solución tiene el comercio de proximidad?¿Cómo se incentiva la compra en el pequeño comercio?¿Se destacan lo suficiente las ventajas del comercio de proximidad tales como especialización, profesionalidad, calidad de los productos que venden, trato personal, cercanía y flexibilidad?
Otro tema de debate en torno a la liberalización de los horarios comerciales viene desde el punto de vista de la conciliación de la vida familiar y personal. Algunas ideas que se me ocurren:
– Si en el comercio se trabajan más horas y más días festivos, ¿esto atenta contra la libertad personal y familiar de los trabajadores?
– ¿Debemos decir a la gente cuándo trabajar y cuántas horas trabajar? ¿Debemos seguir pensando que las jornadas laborales en los comercios deben ser como siempre han sido, o debemos dar libertad para que la gente gestione su tiempo de trabajo y ocio como quiera y le apetezca?¿Debemos decir a la gente cuándo comprar?
– Muchas gente dice que ‘uno se acostumbra a lo que tiene. Antiguamente los comercios cerraban el sábado a mediodida, no abrían los festivos y no pasaba nada. Planificabas tus compras y punto’.
Como véis, es un tema de intenso debate. Estas son algunas de las ideas que se me han ocurrido a medida que he ido escribiendo este post.
Me dejaré muchas más en el tintero las cuales me gustaría que entre todos completáramos. Ya sabéis que podéis incorporar vuestros comentarios y completar este tan debatido e importante tema de actualidad.
Imagen por cortesía de morgueFile

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