Al igual que decimos con las personas, con los productos sucede lo mismo: la primera impresión es la que cuenta. Y es que el packaging (el término que utilizamos para referirnos a envases, envoltorios, embalajes y etiquetas) es determinante a la hora de vender un producto. A continuación te explicamos la importancia del packaging en la estrategia de marketing de un producto
Y te estarás preguntando, ¿realmente es tan importante la “apariencia” de un producto? ¿Tanto influye en nuestra decisión de compra? Pues sí, por supuesto que influye, y mucho, desde el plástico de burbujas que envuelve a los objetos delicados, hasta el envase más sofisticado como pueden ser los envases que contienen los perfumes.
Cuando una empresa vende un producto (entendiendo como tal cualquier bien que se ofrezca al mercado), inmediatamente vinculamos la oferta de esa empresa con todos los atributos que tenga dicho producto, “se nos quedan en la retina”: calidad, diseño y forma, envase, tamaño o cantidad, servicios e imagen. De ahí la importancia del packaging.
¿Qué es un envase?
Principalmente, podemos establecer dos niveles de envase:
.- Envase primario: aquel que está en contacto con el producto (botella de licor, lata de conserva…)
.- Envase secundario: Aquel que refuerza la función de protección, manejabilidad, transporte, presentación y agrupamiento de envases (por ejemplo, la caja de cartón que contiene un frasco de perfume).
¿Qué es un envoltorio?
El envoltorio es el material fino y ligero que se incorpora al producto en el punto de venta (por ejemplo, el típico envoltorio para hamburguesa). ¿Y qué funciones puede llegar a cumplir un envoltorio? Pues las de protección (una bandeja, papel, las tiras de cartulina que te ponen en las pastelerías cuando compras pasteles…), de intimidad, de publicidad.
¿Qué es un embalaje?
El embalaje es lo que está encima del envase del producto, y sirve para proteger al mismo durante el transporte.
¿Qué es una etiqueta?
La etiqueta es un instrumento de promoción del producto. Es un distintivo de marca y un claro elemento diferenciador frente a la competencia. Ha de ser un elemento atractivo para que llame la atención del consumidor. Aunque también desarrolla una importante función de información, teniendo que cumplir una serie de requisitos legales sobre todo, por ejemplo, en alimentación.
Dado que un producto es algo que se pone en el mercado para satisfacer una necesidad o un deseo del consumidor (recordemos que el Marketing busca necesidades, jamás las crea), aquél debe ser algo más que un objeto con características físicas. Un producto será todo lo que el consumidor perciba de él, ni más ni menos.
Y relacionado con la percepción de un producto está el packaging, uno de los elementos psicosociales de un producto, lo que lo puede hacer diferente del resto de productos de su gama. Si al vender un producto no sólo se tienen en cuenta las características técnicas del mismo sino también factores psicosociales, conseguiremos que el consumidor perciba nuestro producto como único y diferente de otros productos con las mismas características técnicas pero diferentes aspectos psicosociales, aquellos aspectos que van acordes al rol y status que confieran su tenencia y uso.
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