Los desayunos, las comidas y las cenas de trabajo están a la orden del día en muchas empresas.
Por eso saber organizarlas es muy importante para que tengas de éxito y estas reuniones de trabajo cumplan su función.
En el mundo de los negocios, la reuniones están a la orden del día y es por eso, que cada vez se reclama que sean más informales y en ambientes distendidos. Es por eso que esta tipología de reuniones se lleva a cabo cada vez por más empresas.
Consejos a tener en cuenta para la organización de desayunos, comidas y cenas de trabajo
Unos pequeños tips a tener en cuenta para la organización de este tipo de actos:
– Los desayunos de negocios están tomando protagonismo. Son una práctica

muy extendida en las empresas multinacionales de origen anglosajón y se han ido extendiendo a empresas más pequeñas, ya que tienen la característica de optimizar el tiempo de reunión.
La duración de este tipo de reuniones es no más de una hora y el menú del desayuno, no debe ser muy abundante.
En estos desayunos se ofrece normalmente:
- Bebidas calientes, café, té o chocolate
- Bebidas frías, zumos variados, leche o agua
- Bollería, mantequilla, mermeladas, pan tostado…
Los desayunos de trabajo suelen ser entre las 8:00h y las 10:00h de la mañana, aunque dependiendo del país y los invitados puede variar ligeramente.
Este tipo de desayunos solía hacerse en Hoteles, aunque toma cada vez más relevancia hacerlos en el propio despacho del jefe o sala de juntas, dependiendo del número de convocados.
– Por otro lado, encontramos las comidas y cenas de empresa. Éstas son el marco perfecto para concluir una negociación, aclarar desacuerdos, buscar acercamientos, homenajear… rompiendo así la rutina de las reuniones para tratar de conseguir resultados más efectivos.
Entre otras razones, la organización de una comida o cena de empresa puede ser para:
- Celebrar un éxito de la organización
- Agradecer la labor del personal de la empresa
- Buscar soluciones a problemas concretos
- Cerrar una negociación
- Presentar un nuevo producto
- Inaugurar unas instalaciones…
Una comida o cena de trabajo no debe durar más de una hora y media o dos horas máxime. El menú debe ser ligero y se debe evitar en la medida de lo posible abusar de las bebidas alcohólicas durante la comida.
Cabe la posibilidad seguir con la sobremesa si se trata de comida o con las copas si hablamos de una cena, en algún lugar cercano, tranquilo, acompañado de música que permita seguir con la charla.
Y es importante, tener en cuenta los desplazamientos de los invitados, si será necesario pedir taxis, etc…
Este es un artículo de Mª José Barderas, Directora de Nicks & Events, para NoSoloEconomia.

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